Kant decía: “no se puede enseñar filosofía, lo único que se puede enseñar es a filosofar.” El autor dice que como personas nos debemos preguntar el porqué y el para qué de las cosas y que no solo los sabios pueden ser filósofos, sino que todos estamos en la obligación de filosofar.
Sócrates dice que el problema de la filosofía está en el hombre mismo, en el conocimiento que el hombre debe tener de sí mismo. (“conócete a ti mismo”) El saber de Sócrates es un saber crítico por su insatisfacción con lo que ya sabía. La libertad de pensamiento que para Sócrates no era libre, sino que ponía la justicia por encima de toda otra consideración, verdad, bondad y belleza eran para él indisolubles. La falta de crítica sobre sus planeamientos, sobre lo que es el saber, fue lo que hizo fallar a sus oponentes.
¿Qué es el conocimiento y que es la realidad, conoces la realidad o la realidad del conocimiento? Son dos factores que se miran el uno al otro, de modo que no se puede decir lo que es realidad sin hacer referencia a lo que es el conocer y viceversa. El sentido de las cosas es siempre una referencia de la realidad de las cosas a la vida humana.
El saber filosófico es así un esfuerzo de la humanidad por aclararse a sí misma qué es saber, qué es realidad y cuál es el sentido de la vida humana. Maquiavelo, tras su intento de representar lo que es la realidad, lo que podría estar haciendo es encubrirla en beneficio de determinados intereses personales o sociales.
El que todo pensamiento este situado y condicionado no significa necesariamente que este predeterminado, más aún, no hay forma más radical y posibilitante de liberarse de condicionamientos en el propio pensamiento.
La duda y la negación son dos procesos de independencia y su propósito de desideologización, estas dos muestran la autonomía del pensamiento, su capacidad para convertir la determinación en indeterminación, la necesidad de libertad.
¿Para qué sirve la Filosofía? Para saber y para desideologizar.
Tenemos que convencernos de que no sabemos y de que la gente no sabe, ni siquiera sabemos lo que tenemos que saber, o como lo tenemos que saber.
La filosofía como búsqueda de la plenitud de la verdad, no a la manera de ausencia de error, sino de la presencia plena de la realidad, es así un elemento indispensable en la liberación integral de nuestros pueblos.
El filosofar no es la transmisión y el aprendizaje de una serie de contenidos más o menos entendidos, sino la puesta en marcha de la propia capacidad de pensamiento filosófico.